El Tribunal Constitucional español revocó la prohibición de matar a los toros durante las corridas en el archipiélago español de Baleares, al considerarla inconstitucional, según anunció este viernes.
El tribunal, en un fallo fechado el 2 de diciembre, declaró nulo varios artículos de la ley de protección de los animales adoptada en julio de 2017 por una coalición de izquierda en el poder en el archipiélago.
En virtud del texto, los toreros no podían usar “ningún instrumento punzante que pueda provocar heridas o la muerte del toro”, y les estaba permitido solo torear tres animales por un máximo de 10 minutos cada uno. También se excluía el uso de caballos.
Todas estas disposiciones quedaron anuladas, al estimar el Constitucional que “constituyen un obstáculo a la normal celebración de las corridas de toros y provocan una desfiguración de ella hasta hacerla irreconocible”.
Las corridas de toros, consideradas como “patrimonio cultural inmaterial” de España desde 2013, son objeto de un apasionado debate en este país, donde los antitaurinos han cobrado fuerza.
“La tauromaquia no se puede manosear”, se congratuló Chapu Apaolaza, portavoz de la Fundación Toro de Lidia, principal organización defensora de la corrida, en declaraciones a la cadena Antena 3.
El número de las corridas en España ha ido en descenso en los últimos años, pasando de 475 en 2012 a 387 en 2017, según el Ministerio de Cultura.
La ley de Baleares buscaba sortear una primera decisión del Constitucional, que en 2016 censuró la prohibición de la tauromaquia en Cataluña.
Pero el gobierno español, dirigido en la época por el conservador Mariano Rajoy, recurrió dicha ley ante el Constitucional.
Las islas Canarias es la única región española donde la prohibición de las corridas se mantiene vigente, desde 1991.