El banco Santander fue sancionado en Reino Unido con una multa de 32,8 millones de libras (36,4 millones de euros, 41,5 millones de dólares) por no transferir fondos de clientes fallecidos a sus sucesores, informó el miércoles el regulador financiero británico.
“La Autoridad de Conducta Financiera (FCA) ha multado a Santander con 32.817.800 libras esterlinas por no haber procesado eficazmente las cuentas e inversiones de clientes fallecidos”, informó el organismo en un comunicado.
La multa inicial era de 46,8 millones de libras, pero fue reducida porque Santander reconoció su responsabilidad y aceptó reparar el daño.
Según la FCA, los fondos que no transfirió la filial británica del gigante español ascendieron a 183 millones de libras y afectaron a 40.428 clientes entre enero de 2013 y junio de 2016.
Fallos en su funcionamiento provocaron que el dinero no se transfiriese a los herederos pese a que Santander hubiese sido informado de la muerte de un cliente y que no se identificaran ni transfiriesen determinados fondos de clientes fallecidos a los sucesores que no conocían su existencia.
“En algunos casos, el dinero fue retenido durante muchos años”, afirmó la FCA.
Además, durante más de un año el banco no informó al regulador de estos problemas, ni del número de clientes y activos potencialmente concernidos.
“Se tardó demasiado tiempo en identificar y posteriormente en solucionar estos fallos”, lamentó Mark Steward, director ejecutivo de supervisión de mercados.
Steward reconoció sin embargo que “una vez que estos problemas fueron notificados a la junta y a la dirección (de Santander), se solucionaron de manera adecuada y rápida”.
Además de identificar a los sucesores y transferir los fondos, la entidad ha pagado intereses para compensar el retraso.