Las pérdidas económicas ligadas a las catástrofes naturales y los desastres provocados por el hombre ascendieron a 155.000 millones de dólares en 2018, en neta baja con respecto a 2017, según las primeras estimaciones de la reaseguradora suiza Swiss Re, publicadas este martes.

El año pasado, las pérdidas se elevaron a 350.000 millones de dólares, recordó Swiss Re en un comunicado, subrayando que la factura para las compañías de seguros también disminuyó, porque los daños asegurados cayeron a 79.000 millones de dólares, contra 150.000 millones de dólares el año anterior.

El año 2017 estuvo marcado por catástrofes muy costosas, como los huracanes Harvey, Irma y Maria. En 2018 en cambio se caracterizó por acontecimientos de pequeño o mediano alcance, causados por condiciones climáticas extremas, que dejaron también pérdidas consecuentes pero menores.

Aunque los gastos para las aseguradores disminuyeron respecto a 2017, el año que va a terminar será el cuarto más caro en los registros de Swiss Re, que efectúa estimaciones desde hace 50 años.

El año 2018 estuvo marcado por una serie de eventos que muestran la vulnerabilidad de las zonas litorales frente a los fenómenos climáticos extremos, donde se concentran cada vez más viviendas, notó Swiss Re.

Entre las catástrofes más devastadoras figuran los huracanes Michael y Florence, que golpearon Estados Unidos, los tifones Jebi, Trami y Mangkhut en Japón, y los episodios de sequía e incendios en Europa y California.

Además de 71.000 millones de dólares de pérdidas causadas por catástrofes naturales, las aseguradoras tuvieron que cubrir los 8.000 millones de dólares debidos a los desastres provocados por el hombre, como los accidentes industriales.