EFE Washington –
El caso para un juicio político al presidente estadounidense, Donald Trump, se trasladó ayer miércoles a su escenario definitivo con la llegada al Senado de EE.UU. de los cargos contra el mandatario, el primer paso en un proceso que tiene pocos visos de acabar en su destitución.
“Hoy hacemos historia”, dijo la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, poco antes de firmar el documento con los cargos contra Trump que luego recorrieron el Capitolio, en una solemne procesión, hasta llegar al hemiciclo del Senado.
Los preparativos para el juicio político comenzarán hoy con el juramento de los cien miembros del Senado como jurado del proceso, pero el proceso de destitución no empezará “en serio” hasta el martes, confirmó el líder de la Cámara Alta, el republicano Mitch McConnell.
Casi un mes después de que la Cámara Baja aprobara dos cargos contra Trump -los de abuso de poder y obstrucción al Congreso- a raíz de sus presiones políticas a Ucrania, Pelosi puso fin a la espera y nombró a siete “impeachment managers” o “fiscales” encargados de argumentar el caso ante el Senado.
Todos son legisladores demócratas, y entre ellos hay dos congresistas que cobraron un protagonismo durante la investigación previa al juicio político y fueron atacados por Trump.