Reconoce al mercado en su economía, pero pone en espera al matrimonio homosexual: el Parlamento cubano evalúa este viernes el proyecto de nueva Constitución, enmendado con los aportes de la población, que será sometido a referendo el 24 de febrero.

Esta es una sesión “de gran trascendencia histórica por los acuerdos que debemos adoptar”, dijo al iniciar la sesión el presidente de la Asamblea Nacional, Esteban Lazo, quien escoltaba al mandatario Miguel Díaz-Canel en la mesa de dirección de la reunión.

Abajo, en la sala, y en su calidad de diputado, participaba el expresidente Raúl Castro, quien se mantiene como primer secretario del gobernante Partido Comunista (PCC, único).

Según el orden del día, en la mañana los 560 diputados presentes debían examinar los resultados económicos de 2018 y los planes para 2019, y luego los cambios realizados al proyecto de Constitución.

– “Complejo escenario” –

La reunión parlamentaria ocurre en un contexto difícil: escasez de harina, huevos, empeoramiento del transporte urbano y carestía de la vida.

El ministro de Economía, Alejandro Gil, destacó que Cuba trabaja en su desarrollo económico en “un complejo escenario”, marcado por el “recrudecimiento del bloqueo (embargo) de Estados Unidos”, que le cuesta al día “12 millones de dólares”.

Gil precisó que la economía cubana creció 1,2% en 2018, por debajo del 2% previsto, debido, además del embargo vigente desde 1962, a un enlentecimiento de las exportaciones, de la industria azucarera, el turismo y la agricultura. El crecimiento estimado para 2019 es de 1%.

“Otra vez este desempeño contrasta con una realidad que se sigue pareciendo más a una recesión”, dijo el economista Pavel Vidal en un reciente artículo difundido por las redes.

Gil también admitió que Cuba no tendrá la capacidad para honrar todos sus compromisos de deuda en 2019, debido a complicaciones económicas internas, y que establecerá “un nivel de prioridad”.

Cuba ha logrado renegociar exitosamente gran parte de su deuda externa, principalmente con el club de París. Actualmente la Unión Europea es su mayor socio comercial.

Como parte de las reformas económicas en curso, Cuba espera reconocer en su nueva Constitución el papel del mercado, la propiedad privada y la inversión extranjera sin renunciar al socialismo.

– La manzana de la discordia –

Acostumbrados a la unanimidad política durante medio siglo, los cubanos hicieron más de 783.000 propuestas de modificación al texto aprobado por el Parlamento en julio y luego sometido a debate popular.

Es un hecho inédito: los ciudadanos empujaron la modificación del proyecto, santificado por el PCC y redactado por una comisión parlamentaria liderada por Castro y su sucesor Díaz-Canel. Del total de 224 artículos propuestos, se modifican 134 y se eliminan tres.

El artículo mas polémico y debatido fue el 68, que allanaba el terreno para el matrimonio homosexual.

La Comisión decidió dejar fuera del borrador el concepto de matrimonio como “unión entre dos personas” que iba a reemplazar el vigente en la Carta Magna de 1976, “unión entre un hombre y una mujer”.

Tras escuchar a los ciudadanos, en su mayoría contrarios a ese cambio, se estableció el matrimonio como una institución social y jurídica, dejando en manos del Código de Familia los demás detalles, que además deberán someterse a referendo en dos años.

La diputada Mariela Castro, hija de Raúl Castro y principal promotora de la iniciativa en favor de las minorías sexuales, dijo que “no hay retroceso” en eso, porque el nuevo texto reconocerá las uniones de hecho.

“Ya me parecía a mí que el 68 era demasiado, era un objeto anacrónico en una Constitución todavía no tan adelantada. Ahora nos harán el mismo relato de que el pueblo no estaba preparado para esto cuando en realidad el único que está preparado para todo es el pueblo”, ironizó el abogado Julio Antonio Fernández.

Los principales oponentes al cambio fueron las iglesias cristianas, cuyos representantes habían advertido que votarían en contra del proyecto constitucional si se alteraba el concepto “original” de familia.

– Período presidencial –

Otro artículo que encontró oposición es el que limita el mandato presidencial a dos períodos de cinco años, en caso de reelección, y una edad máxima de 60 años para iniciar el mandato.

Fidel Castro fue presidente de los Consejos de Estado y de Ministros entre 1976 y 2008. Su hermano Raúl, lo fue desde 2008 a 2018, y fue quien propuso limitar el período.

Sin embargo, buen número de opiniones recogidas apuntan a permitir la reelección mientras el candidato tenga apoyo popular, sin limite de edad.

La elección del gobernante se mantiene tal cual, es decir, es elegido por el Parlamento de entre sus poco mas de 600 miembros. Se creará además la figura del primer ministro.

El proyecto constitucional consensuado en la sesión será llevado a referendo el próximo 24 de febrero.