AFP- Londres, Reino Unido
Theresa May deja el viernes el liderazgo del Partido Conservador británico y, aunque continuará como primera ministra hasta que se designe a su sucesor en julio, abandona las riendas de un Brexit convertido en pesadilla, tras otra desastrosa noche electoral para su formación.
Tras el referéndum de 2016 en que 52% de británicos votó a favor del Brexit, Reino Unido debía haber abandonado la Unión Europea el pasado 29 de marzo.
Pero la incapacidad de May para lograr que el Parlamento británico aprobase el acuerdo que negoció arduamente durante dos años con Bruselas, la obligó a pedir dos aplazamientos, el segundo hasta el 31 de octubre.
Cada vez más presionada por los euroescépticos dentro de su formación, para quienes hizo concesiones inaceptables a la UE, hace dos semanas May anunció que renunciaría como líder de los Tories este viernes, al término de la visita del presidente estadounidense Donald Trump.
Su dimisión no dará lugar a ningún acto oficial, más allá del lanzamiento por el Partido Conservador de la carrera para designar a su sucesor, un proceso que debería culminar a finales de julio.
Mientras tanto, May seguirá a las riendas del gobierno pero dejará de gestionar el dosier del Brexit, que fagocitó sus tres años en el poder.
“Han oído a la primera ministra hablar apasionadamente sobre algunos de los temas de política interna que le preocupan, así que seguirá concentrada en trabajar por el pueblo británico”, pero en relación con Brexit “ha dicho que ya no le corresponde a ella llevar adelante este proceso, sino a su sucesor”, dijo a los periodistas su portavoz.
Sin embargo, con la partida de May no desaparecen los obstáculos para un Brexit que hasta ahora se ha revelado imposible: la UE rehúsa renegociar el acuerdo y el Parlamento británico he dejado muy clara su oposición tanto a este texto como a un Brexit sin acuerdo.