Rangún (AFP) |
Veinte niños resultaron heridos este jueves por disparos de mortero que alcanzaron una escuela primaria en el estado Rakháin, en el oeste de Birmania, inmerso en una ola de violencia, indicó un responsable local.
Por el momento se desconoce el origen de los disparos.
“Una niña está gravemente herida. Los demás niños están heridos en las manos y las piernas”, indicó Thar Aye Maung, un profesor de la escuela del pueblo de Khamwe, en el cantón de Buthidaung.
Todos son miembros de la etnia khami, una minoría budista.
Los combates entre el ejército birmano y los rebeldes del Ejército de Arakán (AA) tienen lugar a unos tres kilómetros del pueblo.
“No creíamos que los obuses pudieran llegar a nuestra escuela”, dijo el profesor.
Desde enero de 2019, decenas de civiles murieron, centenares resultaron heridos y unos 100.000 fueron desplazados por la intensificación de los combates entre las fuerzas armadas y el AA.
Este grupo pide mayor autonomía para la población budista de la región.