Venezolanos opositores, convocados por su líder, Juan Guaidó, protestarán este martes contra el presidente, Nicolás Maduro, en el quinto día de un apagón que dejó a oscuras a casi todo el país y mortifica a la población por la falta de agua y comida.
Guaidó llamó a las manifestaciones en la tarde, coincidiendo con la hora en que comenzó el jueves, poco antes de las 17H00 locales (21H00 GMT), el peor corte de electricidad en este país de 30 millones de habitantes.
“Todos a la calle a gritar con brío que muera la opresión”, llamó la noche del lunes en Twitter el joven jefe parlamentario, reconocido como presidente interino de Venezuela por más de 50 países liderados por Estados Unidos.
La emergencia, que afecta a Caracas y a 22 de los 23 estados, mantiene intermitente el servicio en varios sectores, aunque hay zonas del interior sin luz desde el pasado jueves.
“Aquí no ha llegado nada. Seguimos a oscuras, durmiendo en hamacas o en colchones en la calle”, dijo Roxana Peña, de 27 años, quien vive cerca de la ciudad petrolera Maracaibo (noreste), donde el calor acelera la pérdida de alimentos.
El apagón colapsó el suministro de agua, ya de por sí deficitario, porque las bombas de los tanques requieren energía para funcionar. Ante ello, muchos intentan aprovisionarse en supermercados o fuentes naturales.
En Caracas, en una medida desesperada, un grupo de personas bajó al canal del contaminado río Guaire para recoger agua en una bocatoma ubicada a un costado. “Tenemos la garganta seca”, gritaron a militares que los desalojaron.
Algunos no tienen más remedio que pagar en dólares o esperar por los camiones surtidores de agua que envió Maduro a barrios populares o contrataron alcaldías opositoras.
– Descontento popular –
Ante la prolongación de la crisis, el gobierno volvió a extender hasta este martes la suspensión de la jornada laboral y estudiantil que había ordenado el jueves.
En algunos lugares el agua y la comida está siendo cobrados en dólares por la escasez de dinero en efectivo, en un país donde la más mínima compra debe pagarse en datáfonos, fuera de servicio por la falta de energía.
Maduro anunció la distribución de comida y asistencia a hospitales, donde según Guaidó murió una veintena de personas, mientras que la ONG Codevida dice que fallecieron 15 enfermos renales por falta de diálisis. El gobierno afirma que no hay víctimas.
Algunos saqueos espontáneos se han registrado en algunas zonas el país. “Es asombroso, personas salían con bultos de comida, hacían huecos en las paredes de los negocios”, contó a la AFP Levy Martínez, de 32 años, habitante de Maracaibo.
Con un éxodo de 2,7 millones de venezolanos desde 2015, según la ONU, a muchos les angustia también las dificultades para comunicarse.
Un análisis de Eurasia Group señala que el agravamiento de la crisis profundizará el descontento popular con Maduro, pero Guaidó “enfrenta desafíos para aprovechar ese malestar porque sus seguidores podrían desmovilizarse, frustrados porque “no haya podido forzar un cambio rápido”.
– “Resistencia popular” –
Calificando la situación de “calamidad pública”, Guaidó decretó el lunes, con el aval del Congreso de mayoría opositora, estado de “alarma nacional” por 30 días, para pedir ayuda internacional en la superación de la crisis.
En el decreto, el opositor pidió a los militares “abstenerse de impedir” las protestas y exigió “la inmediata suspensión” del despacho de petróleo a Cuba para evitar una escasez de gasolina en el país, donde ya hay largas filas en las estaciones de servicio ante el temor de que se agote.
Pero la aplicación del decreto es poco probable, pues Maduro cuenta con el apoyo de la Fuerza Armada y controla todas las instituciones, salvo el Congreso.
Maduro dijo la noche del lunes que detrás del apagón se esconce una estrategia de Guaidó para reactivar el ingreso de “ayuda humanitaria” de Estados Unidos que fracasó el 23 de febrero, y justificar una invasión militar norteamericana.
“Llegó la hora de la resistencia activa”, llamó el mandatario socialista a las organizaciones populares, incluidos los llamados “colectivos” -grupos de civiles acusados por la oposición de estar armados-.
Maduro atribuye el apagón a un “ataque cibernético y electromagnético” de Estados Unidos y la oposición, que a su vez atribuye la crisis a la “negligencia y corrupción” del gobierno.
“Ustedes, títeres, payasos, nos nos arrebatarán la paz. Aspiro a que en las próximas horas (…) podamos avanzar en firme” en la reconexión eléctrica, dijo el presidente, aludiendo a Guaidó.
Ante el deterioro de la situación, Estados Unidos, que desconoció la ruptura de relaciones diplomática ordenada por Maduro en enero, dispuso retirar a todo el personal que permanece en su embajada en Caracas.