Diversas agencias, fondos y programas del Sistema de las Naciones Unidas en Panamá realizaron un intercambio de experiencias, en conjunto con el Gobierno nacional, sobre la importancia y mecanismos para la vinculación de la Agricultura familiar a mercados formales e institucionales, como en el caso de los programas de alimentación escolar.

La actividad se desarrolló en el marco del apoyo que estas instancias internacionales buscan brindar a este sector de la economía panameña, tanto para la reactivación y protección del empleo, como para generar las condiciones necesarias para orientar la reactivación económica desde las MIPYMES particularmente rurales, con mecanismos de financiamiento asociados a la sostenibilidad ambiental y la alta rentabilidad social.

Mediante este proyecto, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en apoyo al Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA) y el Ministerio de Educación (MEDUCA), están impulsando en el país modelos inclusivos, y resilientes de desarrollo productivo, para la generación de productos alimentarios de calidad nutricional, con valor agregado, y con la capacidad de integrarse en encadenamientos productivos territoriales, liderados por mujeres y jóvenes.

Al respecto, el Coordinador de FAO para Mesoamérica, Adoniram Sanches Peraci, reafirmó la importancia de este tipo de acciones en medio del contexto actual de inflación alimentaria, y reiteró que la FAO reconoce el esfuerzo del Ministerio Desarrollo Agropecuario (MIDA) por promover la producción interna de algunos productos de la canasta básica panameña, donde la apuesta por la producción local es, sin lugar a dudas, una de las respuestas más efectivas ante esta realidad. Así como por los avances en la agenda para la promoción y desarrollo de la Agricultura Familiar.

“No cabe duda que los acontecimientos actuales están traduciéndose en más complicaciones en la producción alimentaria (…) los expertos de la FAO califican la situación actual del alza de los precios de los alimentos como una crisis a nivel global, pero una crisis que todavía podría ser manejable si tomamos las medidas más efectivas, como la vinculación de la Agricultura familiar local a los mercados”, añadió.

El funcionario de la FAO recordó, además, la importancia del trabajo articulado entre las instancias de Agricultura y Educación, como un factor indispensable para reconstruir el sistema alimentario y garantizar la seguridad alimentaria nutricional, y felicitó al Ministerio de Educación (MEDUCA) por los avances que ha realizado en Panamá en este trabajo coordinado.

En su intervención, el viceministro Administrativo de Educación, Sr. José Pío Castillero, destacó, como una buena práctica del trabajo artículo entre agricultura y educación, el Programa Piloto Estudiar sin Hambre, que lleva alimentos saludables a los estudiantes de las áreas más vulnerables, lo que contribuyó a reducir la inseguridad alimentaria en estas áreas, convirtiendo los centros educativos en espacios de promoción de hábitos alimenticios saludables y cuidado del medio ambiente. Al tiempo que se impulsa compras públicas enfocadas en la inclusión de las familias de las zonas rurales en mercados y en condiciones de empleo y asociatividad.

“El trabajo interinstitucional es sumamente importante para el desarrollo de estos programas de alimentación escolar, para promover e incentivar la agricultura y asegurar la oferta de alimentos saludables y suficientes para la población estudiantil”, agregó.

La apertura también contó con la participación del director de Desarrollo Rural del MIDA, José Bernardo González; el Jefe de la Oficina Regional para México, América Central y Caribe del FIDA, Juan Diego Cumplido; y en representación de la Oficina de la Coordinadora Residente del Sistema de las Naciones Unidas en Panamá, Janibeth Miranda.

Entre los ponentes internacionales que fueron parte de esta actividad, la Coordinadora Regional en Programas de Alimentación Escolar de la Cooperación FAO-Brasil, Najla Veloso, compartió sobre las experiencias más relevantes en la región en cuanto a la vinculación de los Programas de alimentación escolar y la agricultura familiar.

“No es posible aprovechar todo el potencial de un programa de Alimentación Escolar Sostenible para el desarrollo rural solo con el involucramiento del Ministerio de Educación, se requiere una articulación interinstitucional y del compromiso de todos los sectores.”, enfatizó la brasileña.

Adicionalmente, se compartieron los aportes de otros ponentes de alto nivel, entre ellos Oscar Quirós Mena, director de la Dirección de Mercadeo y Agroindustria, de Costa Rica; Jaime Mañozca Ruíz, de FAO Colombia, Heilyn Sanchez Reyes, en representación de la Asociación de Mujeres Kábata Könana Talamanca Cabécar de Costa Rica; y Jogeir Toppe, Oficial de Industrias Pesqueras de la FAO para Mesoamérica.

Los expertos profundizaron en sus estrategias para la asociatividad, la inclusión y la modernización institucional que permita la vinculación de la agricultura familiar a la compra pública.

Las compras públicas de alimentos: estratégicas para el desarrollo rural sostenible 

 

La FAO sostiene que las compras públicas de alimentos, como componentes de los programas de alimentación escolar (PAE), contribuyen significativamente, por una parte en la lucha contra el hambre y la malnutrición en todas sus formas, y a garantizar el derecho humano a la alimentación adecuada para todos los escolares; y por otra, en la generación de medios de vida, empleo en las comunidades rurales, procurando así el cierre de brechas para la inclusión y desarrollo sostenible de este sector y reduciendo algunos de los efectos de la inflación alimentaria.

Un ejemplo de ello es, específicamente, los programas de alimentación escolar, como el programa Estudiar sin Hambre, que representan importantes contribuciones al cumplimiento de varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 en Panamá. Entre ellos, por supuesto, el ODS2 sobre la erradicación del hambre, el ODS1 a través de los mecanismos de adquisición de alimentos, mediante la compra de la agricultura familiar que implementa el programa; los OSD3 Y 4, con los componentes de alimentación y educación, entre otros.

FAO ha enfatizado que para facilitar la vinculación de la agricultura familiar a los mercados institucionales como los PAE resulta indispensable concentrar esfuerzos que impacten en el fortalecimiento integral de sus unidades productivas, la asociatividad empresarial y redes de la innovación, así como también es necesario fortalecer la institucionalidad pública con una visión de inclusión al tiempo de facilitar mecanismos sencillos pero efectivos para la inclusión y participación de género.