Washintong, Estados Unidos

Un exestudiante estadounidense fue condenado a cadena perpetua este jueves por secuestrar y matar a una investigadora universitaria china en 2017, un asesinato que confesó en la apertura de su juicio en junio, indicaron los medios locales.

Brendt Christensen, que no se expresó durante la audiencia, no tiene posibilidad de liberación anticipada.

El juez federal James Shadid consideró que el condenado cometió “un acto de una violencia inexplicable” y lo acusó de haber “realizado sus fantasías egocéntricas y egoístas sin ninguna consideración (…) para cualquier otra persona”, informó el diario Chicago Tribune.

El joven reconoció durante el juicio que había secuestrado a Yingying Zhang en una parada de autobús cerca de la Universidad de Illinois en junio de 2017, en Champaign, una pequeña ciudad rural del Medio Oeste. Tras llevarse a su víctima, una investigadora invitada por el centro, la violó y apuñaló.

Según la acusación, la mató golpeándola con un bate de béisbol, la decapitó y ocultó su cuerpo.

El cadáver de la joven, que tenía 26 años en el momento de los hechos, nunca ha sido localizado.

El jurado del tribunal federal de Peoria, a 250 km al suroeste de Chicago, reconoció a Christensen culpable de secuestro seguido de asesinato, una sentencia por la que podría haber sido condenado a muerte.

La oficina del fiscal federal había pedido de hecho que el acusado fuera condenado a la pena capital, teniendo en cuenta las torturas sufridas por la víctima.

Christensen confesó el asesinato a su novia de aquel momento, que lo grabó sin que se enterase, a petición de la policía federal, el FBI.

El juicio suscitó un enorme interés en la comunidad china de Illinois y en China. Las autoridades de Pekín habían enviado representantes consulares al tribunal, y los padres de la víctima habían viajado desde el país asiático.

La familia de Yingying Zhang presentó una denuncia civil contra el acusado y dos trabajadores sociales de la universidad con los que había compartido algunos de sus pensamientos. Según los familiares de la víctima, estos no avisaron a las autoridades cuando Christensen mencionó sus ideas de asesinato y de suicidio y su “obsesión por los asesinos en serie”.