Reflexionando la frase del destacado conferencista colombiano-japonés Yokoi Kenji, en la cual señala: “la disciplina, tarde o temprano, vencerá a la inteligencia. Bueno, llegó ese día, a esta altura no se salva el país avanzado, lo hará la tribu más disciplinada”, esta afirmación se hace realidad en el mundo actual que sufre la pandemia de COVID-19, que ha causado la muerte de miles de personas.

Cuando observamos las estadísticas de la propagación del nuevo Coronavirus, causante de la mencionada enfermedad mortal, en los diferentes países que hoy sufren los efectos de la pandemia nos damos cuenta como muchos de ellos han logrado, en poco tiempo, el control del brote de Covid-19, que se originó en China.

Taiwán y Japón, son ejemplo de países que han vencido la pandemia y progresivamente vuelven a la normalidad, gracias al cumplimiento de las medidas preventivas de ataque a la enfermedad evitando un gran contagio del virus, por parte de los ciudadanos. Esto hace valer el concepto que tienen sobre la disciplina como lo más importante en el buen desarrollo de sus países.

En cuanto a nuestro país, el comportamiento de muchas personas, desde el inicio de la pandemia covid-19 en el pasado mes de marzo, está muy alejado del valor de la disciplina, que nos exige la capacidad de actuar de forma ordenada y perseverante para conseguir un propósito.

En este sentido, en claro desafío e incumplimiento a las medidas preventivas recomendadas por las autoridades de salud panameñas, con el fin de mitigar los contagios y la propagación del Coronavirus, hemos visto con preocupación por los medios de comunicación social y redes sociales, como un número plural de panameños y extranjeros, haciendo caso omiso a las advertencias sanitarias, ponen en riesgos sus vidas, la de sus seres queridos, compañeros de trabajo y amistades.

Es decepcionante ver a diario que medidas preventivas tan sencillas como usar correctamente las mascarillas, mantener el distanciamiento social a menos de dos metros y el lavado frecuente de manos, entre otras; no son cumplidas debido a la indisciplina de algunos ciudadanos, lo que ocasiona un crecimiento alarmante, en las últimas semanas, de contagios de Coronavirus y, por consiguiente, un aumento considerable de muertes.

Ante esta triste realidad, aún estamos a tiempo para enfrentar y detener la mortal enfermedad. Por consiguiente, apelo a la conciencia de los indisciplinados con el fin de lograr un cambio de actitud, que nos permita ver una luz al final del túnel y a los que cumplen con las normas preventivas a no bajar la guardia.

Por la salud de los panameños y la pronta recuperación de la economía nacional, Panamá tiene que volver a la normalidad. Todos juntos lo lograremos.

 

René Castillo

Periodista