Beirut (AFP) |

El nuevo gobierno de Líbano finalizó el jueves el diseño de su programa político y económico, que será presentado en el Parlamento para un voto de confianza, en un país al borde del colapso económico y sacudido por unas protestas sin precedentes.

El primer ministro, Hassan Diab, y su gobierno formado el 21 de enero, tienen que enfrentar numerosos retos, especialmente a nivel económico, con una deuda que roza los 90.000 millones de dólares, más de un 150% del PIB.

El jueves, tras una reunión del consejo ministerial en presencia del presidente Michel Aoun, la titular de Comunicaciones, Manal Abdel Samad, anunció que el gobierno había “aprobado por unanimidad” la “declaración ministerial” que será sometida al Parlamento.

En este contexto de crisis, el primer ministro señaló que su equipo tendría como objetivo superar los “retos” del país, dijo la ministra.

Desde el 17 de octubre, una movilización que denuncia una clase política corrupta e incompetente sacude el país.

A la crisis política se ha sumado una degradación económica importante: despidos en masa, restricciones bancarias drásticas y una fuerte depreciación de la libra libanesa en el mercado paralelo.

Medios locales informaron que el voto de confianza en el Parlamento podría tener lugar el próximo martes.

Como en los últimos años, la declaración ministerial reitera la alianza entre “el ejército, el pueblo y la resistencia”, una formulación tradicionalmente impuesta por el movimiento chiita Hezbolá para garantizar un reconocimiento de su arsenal militar.