Las personas que insistan en hacer fiestas multitudinarias sin hacer caso a las normas para evitar la propagación del coronavirus en Estados Unidos serán condenadas a un año de cárcel.

El gobernador de Maryland, Larry Hogan, había emitido en marzo una orden que prohibía las reuniones de más de diez personas e instaba a las personas a permanecer en casa excepto en casos de necesidad, para evitar la propagación de los contagios.

Las autoridades en Estados Unidos han sido enérgicas y aseguran que no bajarán la guardia a fin de hacer cumplir las normas establecidas con la intención de disminuir y a la vez evitar que se registren más y nuevos casos de coronavirus en el país.