Las autoridades francesas priorizan la hipótesis de un origen accidental del incendio que devastó durante horas la catedral Notre Dame de París y los investigadores han comenzado ya a interrogar a los testigos.

“Nada por ahora va en la línea de un acto voluntario”, destacó en declaraciones a la prensa el fiscal de París, Rémi Heitz, que es el responsable de la investigación.