AFP – Ciudad de Panamá

El juicio contra el expresidente panameño Ricardo Martinelli, acusado de espiar a opositores durante su gobierno (2009-2014), concluirá este jueves con los últimos alegatos, mientras las víctimas esperan verlo tras las rejas.

En una audiencia programada para las 3:00 p.m. en la ciudad de Panamá, el tribunal encabezado por el juez Roberto Tejeira escuchará los argumentos de fiscalía, defensa, víctimas y Martinelli.

Una vez concluida, el tribunal deberá, en un plazo menor a 24 horas, dictar un veredicto, informaron a la AFP fuentes ligadas al caso.

“Para el viernes debemos tener ya un fallo por este caso que tantos meses y años nos ha costado a todos en Panamá, y para ver a este hombre con los huesos donde deben estar, tras las rejas”, declaró a la AFP Mitchell Doens, una de las víctimas querellantes.

Martinelli, de 67 años, es juzgado por presuntamente “pinchar”, entre 2012 y 2014, las comunicaciones de unos 150 opositores a su gobierno.

La fiscalía pide 21 años de prisión por cuatro delitos contra el expresidente, al que acusa de crear y liderar “un aparato organizado de poder” al margen del Estado para la “vigilancia y seguimiento de personas” críticas con su gestión.

Dos subalternos de Martinelli que se desempeñaron como directores del Consejo de Seguridad fueron condenados a cuatro años de cárcel por delitos contra la inviolabilidad del secreto y derecho a la intimidad.

“Lo que nosotros esperamos es que el señor Martinelli sea declarado culpable por los cuatro delitos de los que se le ha acusado porque creemos que hay suficiente mérito”, indicó Doens.

Al contrario, Carlos Carrillo, uno de los defensores de Martinelli, dijo a la AFP que está seguro que el veredicto favorecerá a su defendido.

“No guardamos dudas de que la declaración del tribunal va a ser de inocente”, manifestó Carrillo.

El exmandatario fue extraditado el 11 de junio de 2018, un año después de que fuera detenido en Miami, donde residía desde 2015 para eludir a la justicia panameña.

Desde el 12 de junio se encuentra detenido preventivamente en su domicilio, en un barrio exclusivo de ciudad de Panamá, desde donde suele publicar mensajes y fotos en Twitter.

En uno de los últimos aparece sonriente jugando al Monopoly, un juego de mesa tradicional donde se compran y venden propiedades. En otro escenifica una llamada de teléfono para pedir que le corten el cabello y cuiden las uñas de manos y pies.

Pese a las acusaciones, Martinelli siempre ha manifestado que todo se trata de una “persecución política” de su sucesor, el expresidente Juan Carlos Varela.

Luis Eduardo Camacho, vocero del exmandatario, defendió su inocencia en el caso.

“No hay ningún señalamiento directo ni indirecto que involucre al expresidente Martinelli, lo que sí ha quedado evidenciado fue la creación de un expediente ilegal y un proceso lleno de ilegalidades”, declaró.