El paraguayo Libertad avanzó este jueves a la fase de grupos de la Copa Libertadores 2019 al vencer 5-4 en definición por penales al colombiano Atlético Nacional en Medellín, que tuvo como verdugo a quien alguna vez le dio gloria.

El verdolaga, campeón del torneo en 1989 y 2016, sólo consiguió un 1-0 en los 90 minutos del duelo, con un certero gol de cabeza de Jeison Lucumí. Pero necesitaba vencer por dos goles de diferencia a los gumarelos, que habían ganado por igual marcador en el duelo de ida en Asunción.

El resultado forzó a definir la suerte por penales. El capitán Daniel Bocanegra falló su primer disparo y pareció sellar la suerte de su equipo. Mientras que Libertad los acertó todos.

Con este resultado, los gumarelos pasan a integrar el Grupo H, al lado de Gremio de Brasil, Universidad Católica de Chile y Rosario Central de Argentina.

– Un disparo al corazón –

El verdugo del Atlético Nacional es un viejo conocido. El DT de Libertad, el colombiano Leonel Álvarez, fue aquel que en 1989 selló, con el último tiro penal de la tanda, la primera Libertadores de la escuadra paisa, venciendo al Olimpia de Paraguay.

Conscientes de aquella afrenta, este jueves Nacional la tenía clara. Con un 1-0 en contra en el partido de ida no les servía más que ganar en casa por dos goles de diferencia para continuar en el torneo. 

Las primeras tentativas eran con pelotas largas del capitán Daniel Bocanegra, acertadas intervenciones del uruguayo Pablo Cepellini, quien avisó con un pase quirúrgico al inicio del juego.

Pero todas las ganas se daban de cara con los muros paraguayos, que se dedicaron los primeros 20 minutos a esperar.

Ante el repliegue de la visita, los laterales salieron a apoyar la arremetida verde, buscando la complicidad de los ágiles Jeison Lucumí y Vladimir Hernández.

Pero el DT de Libertad, el colombiano Leonel Álvarez, sabe cómo juega el club al que él mismo le dio la gloria hace tres décadas en este torneo. Adivinó el ataque, se puso de pie y pidió orden a sus defensores que hacían bulto, estorbaban, pero no necesariamente defendían.

Tras un despliegue del verdolaga por izquierda y un entrevero de la zaga paraguaya el balón le quedó a Hernán Barcos, que la despacha para Lucumí. Libre, la conectó certero de cabeza, aupando las esperanzas en el Atanasio Girardot de Medellín.

– No se resignan –

Al retorno del descanso, Libertad salió con otra cara. Álvarez se quitó la casaca, bajo los 19ºC de la lluviosa capital de Antioquia. Los gumarelos sabían que con un gol sellaban el pasaporte a la fase de grupos.

Con mucha potencia aunque con poca puntería, los paraguayos se fueron encima. A los 50 minutos, Ayrton Cougó mandó un centro que obligó al lateral Helibelton Palacios a evitar, con su cabeza al ras del suelo, que el balón cruzara la línea de gol.

Libertad provocaba tiros libres. Oscar “Tacuara” Cardozo, aquel que marcó en la ida, lanzó un misil que metió susto. A los 67 ya habían tomado el área de Nacional y se apoderaban del juego aéreo: Luis Cardozo casi la mete de cabeza.

– El palo dijo no –

El DT Paulo Autori reaccionó. Colocó a Aldo Ramírez como volante de primera línea y mandó el Juan “Indio” Ramírez a tratar de cambiar el destino.

El ritmo se aceleró nuevamente. Helibelton Palacios recibió un pase, vio descolocado al portero y se la picó. El balón se fue a estrellar en el palo.

El juego se calentó, apareció el desespero y la riña. El brasileño Wilton Sampaio castigó con amarilla a los gumarelos Luis Cardozo y Blas Cáceres.

Casi al fin, Lucumí trató de buscarla una vez más. Se sacó a la defensa y disparo, pero el balón se perdió en el palo de la mano zurda de Cuadrado. Las ganas de gol no fueron suficientes y se fueron a penales.

Por el Libertad la metieron Recalde, Benítez, Cougo, Martínez y la selló Aquino.

Por el Nacional anotaron Cepellini, Lucumí, Ramírez, Barcos y la falló Bocanegra