En Australia se intensificaron los incendios este martes, debido a fuertes vientos, altas temperaturas y una vegetación seca. Estos incendios alcanzaron la periferia de Sídney.

Miles de bomberos fueron desplegados en los estados de Queensland y Nueva Gales del Sur debido a condiciones “catastróficas” y “excepcionales”.

Las autoridades pidieron a los habitantes de una vasta región alrededor de Sídney que se protejan, estimando que no tenían tiempo de huir antes de la llegada del fuego.

En la costa este de Australia dejaron tres muertos, destruyeron más de un centenar de hogares y obligaron a miles de habitantes a huir.

En Nueva Gales del Sur, se han quemado ya un millón de hectáreas, tres veces más que el año pasado.