El alcalde de Cali Maurice Armitage, decretó  toque de queda a partir este jueves para la capital del Valle del Cauca, en el hermano país Colombia, ante la ola de disturbios, saqueo y vandalismo generados a raíz de la movilización de estudiantes, miembros de la sociedad civil, sindicatos y organizaciones de trabajadores que se oponen al paquete de reformas laborales y fondo de pensiones, al igual que el cumplimiento de otros acuerdos pactados.

Varias estaciones de transporte y buses colectivos, fueron atacadas con piedras y objetos por parte de los manifestantes, la acción obligó a las autoridades el cierre de las estaciones principales de transporte, para prevenir que los usuarios se vieran afectados. También se suspendieron las clases en los centros escolares y se cerraron algunos comercios. Las protestas se desarrollaron en más de 400 puntos del país.

En medio de la movilización, que ha sido considerada una de las más grandes registradas, los ánimos enardecidos de algunos de los protestantes arremetieron contra la fuerza del orden público y hasta la violencia en contra de personal y vehículos del estado.