Panamá celebra este domingo sus sextas elecciones generales tras la invasión estadounidense de 1989, unos comicios con resultado incierto debido a la irrupción de un candidato independiente entre los favoritos, en medio del creciente rechazo ciudadano a los partidos tradicionales y a la corrupción.

Las urnas abrieron a las 12H00 GMT para que 2,7 millones de panameños elijan, en una sola vuelta, al sucesor del presidente Juan Carlos Varela. En estas elecciones se están eligiendo a 71 diputados de la Asamblea Nacional, 81 alcaldes y otros 700 cargos locales.

Algunos centros de votación tenían filas desde tempranas horas, según imágenes de televisión. 

De los habilitados para votar poco más de la mitad pertenecen a partidos políticos, mientras que casi un 50% tiene menos de 40 años. 

Siete candidatos aspiran a la presidencia, aunque las encuestas dan como favoritos a los opositores Laurentino Cortizo (Partido Revolucionario Democrático, socialdemócrata), Rómulo Roux (Cambio Democrático, derecha) y al independiente Ricardo Lombana.

Varela no se presentó a la carrera ya que la Constitución panameña no permite la reelección inmediata.

Para estas votaciones los indecisos “pueden influenciar la balanza de un lado o del otro, una sorpresa no puede descartarse nunca”, añadió.